Visitó nuestra ciudad un jefe de la comunidad mapuche de Junín 06/02/2013 PARA PROGRAMAR ACTIVIDADES EN CHACABUCO .
Angel Benito Torre es oriundo del Campo La Cruz, situado en cercanías de la vecina ciudad.
Con el fin de programar actividades en Chacabuco, el junes visitó nuestra ciudad Angel David Torre. Se trata de uno de los jefes -longko, en la lengua de su pueblo- de la comunidad mapuche de Junín, llamada Nawel Weichefe, o Tigre Guerrero. Junto a él estuvo Enrique Coria, Werken de la comunidad. Torre dijo estar relacionado con Chacabuce desde niño, ya que hizo quinto y sexto grado de la primaria en la Escuela Na 40, que estaba en la chacra de la familia Maiale, y luego trabajó en la estancia La Noria. Asimismo, señaló que en nuestra ciudad residen muchas familias de origen mapuche, entre los que mencionó a los Colín, los Melinao y los Coliqueo. En su caso, nació en el Campo La Cruz. Se trata de una reserva del pueblo mapuche situada a 7 km de Junín en la que actualmente viven 22 familias de esa etnia.
Torre comentó que dicho campo, que originalmente sumaba 106 hectáreas, en 1881 fue entregado por las autoridades militares del Fuerte Junín al capitanejo José Nahuel Payun -luego designado cacique-, con la. autorización del ministro de Guerra de ese entonces, Benjamín Victorica, y de Julio Roca. Poco después, en el lugar se conformó un pequeño pueblo, en el que un sacerdote de Junín colocó una cruz de material, la cual dio nombre al asentamiento. Allí nació Torre en 1934, en el campito de su abuela, Isabel Barquín. El longko afirmó que en Junín cuentan con un Centro Cultural Mapuche, el cual funciona en la sede del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de aquella ciudad. En la institución se brindan charlas y cursos sobre temas relacionados con la historia, la espiritualidad, la cosmovisión y la lengua de esa etnia. El objetivo es difundir la cultura de nuestra comunidad, que en la provincia de Buenos Aires estuvo prohibida desde hace 170 años. Todos aquellos mapuches que, por ejemplo, trabajaban en estancia, no podían enseñarles a sus hijos ni la lengua, ni las costumbres ni la cultura de su pueblo, dijo el cacique. Distinta fue la situación en otras provincias del país, como Neuquén, Chubut y Río Negro, donde la cultura mapuche se pudo transmitir de generación en generación.
El genocidio más grande
Uno de los proyectos mencionado por Torre fue brindar una charla en Chacabuco el próximo 19 de abril, cuando se conmemore el Día del Indio Americano. Dicha fecha recuerda el día de 1940 en que surgió en México el Instituto indigenista Interamericano. Tal institución se fundó durante un congreso en el que se repudió al 12 de octubre, un día que se considera de luto para los pueblos originarios americanos. El de los pueblos originarios fue el genocidio más grande que hubo y que menos difusión tuvo, se lamentó Torre, para quien se trató de un exterminio motivado en la ambición del oro y la plata. Los europeos vinieron a adueñarse de esta tierra, dijo el longko, y agregó: Nosotros, en cambio, no somos dueños de la tierra, sino hijos de ella. Hoy los pueblos originarios siguen estando excluidos, expresó Torre, quien comentó que el pueblo mapuche cree en un dios supremo, al que llama Gnechén, el cual fue negado por los invasores europeos. Ellos impusieron su cruz y su religión, y también nos cambiaron el concepto que teníamos de la vida, expresó el líder indígena. .
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